Se oye
lamentar el tiempo,
es el tango,
es el tango
que cae y estalla.
Se levanta,
oscilante,
en
concavidades y convexidades;
en
memoriosas evocaciones,
en olvidos,
en dejos,
en sinporqués
y sinrazones.
El tango se
distiende,
los cuerpos
emulan las vibrantes
y
esculpidas notas
del arrabal
y la elegancia.