Preliminar: un poema que tenía guardado por ahí y ahora lo recupero con algunas modificaciones.
La noche es
como su cabello.
Ella, Gea,
su cabeza inclina
y sólo cae
la oscuridad en la mitad de su faz.
En rizos se
multiplica su negrura.
Se
desenvuelve la seda opaca
y se
confunde con el mar de las estrellas.
Grato es el
silencio visual de su madeja,
velo
secreto, intransitable.
Veo las
ondulantes vetas que violentan
los
intersticios del abierto espacio
al rededor
de su aura, quimérica y negra,
y no hay
hipnótico ingrediente
que pueda más
que la fractal
visión de
su cabello.