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miércoles, 13 de septiembre de 2023

Sí soy o el embellecedor memístico egoico

 


Quienes me conocen saben que las paradojas son de mis cosas favoritas, y ya he publicado en este blog alguna que otra. Este meme –pues el internet es pozo infinito de material para examinar– es un ejemplo muy bonito y digno de análisis.

El texto dice: “Ya fue mucho sí soy, ¿no? Ya hace falta un sí fui”. No es desconocido para el internauta promedio la dinámica de comentar o adjuntar a un meme la expresión sí soy, para indicar que el que publica el meme se siente identificado con la situación planteada. En la mayoría de los casos, el meme es despreciativo y muestra o describe alguna acción irracional, absurda, poco sana, inusual, etc. Por ejemplo, un meme puede mostrar algún animal en un estado deplorable, y el que lo comparte añade sí soy (o su variante soy yo o simplemente yo) para mostrar que su estado emocional concuerda o se ve representado con la imagen. El arrogarse dicha descripción es parte de la gracia que tiene esta dinámica. Llamemos a este contenido metamemístico “embellecedor egoico”.

     El meme de nuestro análisis, que exhibe un zorro (del capítulo 2° de la caricatura Coraje, el perro cobarde) en posición de palmario éxito, quiere invitarnos a cuestionar el uso del embellecedor egoico. Burlarse del propio dolor puede tener un efecto terapéutico momentáneo, pero también puede llegar a banalizar un problema serio de fondo. A lo que nos exhorta el meme es a reconocer que, aunque hayamos sido, ya no somos ese dolor. No se trata de solapar el sufrimiento con una máscara de carnaval, sino de reconocerlo precisamente como algo que ya no es más y no tiene por qué serlo en el futuro. Se trata, pues, de un meme que invita a la autosuperación por medio de nuestro uso del lenguaje en las experiencias memísticas.

     Ahora bien, hasta aquí la exégesis psicológica, ahora le toca su lugar a la lógica. Supóngase que publico ese meme y le adjunto el susodicho sí soy. ¿Qué se entiende por ello? Se entiende que ya no soy de las personas que inscriben el sí soy a los memes que publica. Pero si acabo de publicarlo con dicha inscripción… ¡Contradicción! Sin embargo, si publico la imagen y le escribo sí fui, significa que ya no soy el tipo de personas que escribe sí fui, sino que volví a la práctica de escribir sí soy en los memes. ¡Pero si acabo de escribir, en primer lugar, sí fui! Este meme, por tanto, se resiste a ser etiquetado con nuestro embellecedor egoico. ¿Y si probamos ambas alternativas? Supóngase que publico el meme con la leyenda sí soy y sí fui. Debo decir que, si el razonamiento anterior fue abstruso, este resulta aún más denso y ni siquiera me apetece seguirlo. Digamos, simplemente, que la conjunción de dos contradicciones no puede traer nada bueno.

     Casi para terminar, debo admitir que hasta ahora he sido algo tramposo. He venido interpretando el meme como “Escribí sí soy [siempre y en todos los memes]. Ahora escribo sí fui [siempre y en todos los memes]” La paradoja se desvanece si consideramos que uno no tiene que comprometerse con escribir siempre sí fui o sí soy. Puedo decir simplemente sí soy aquel que antes escribía “sí soy” en los memes, pero ahora escribe sí fui (no en este, sino en otros). Pero esto es menos divertido.

     Con todo lo anterior en mente, ya puede usted reflexionar con tranquilidad si sí es, fue o será los memes que publica.