Quienes me conocen saben que las paradojas son de mis cosas favoritas, y ya he publicado en este blog alguna que otra. Este meme –pues el internet es pozo infinito de material para examinar– es un ejemplo muy bonito y digno de análisis.
El texto dice: “Ya fue mucho sí soy, ¿no?
Ya hace falta un sí fui”. No es desconocido para el internauta promedio
la dinámica de comentar o adjuntar a un meme la expresión sí soy, para
indicar que el que publica el meme se siente identificado con la situación
planteada. En la mayoría de los casos, el meme es despreciativo y muestra o
describe alguna acción irracional, absurda, poco sana, inusual, etc. Por
ejemplo, un meme puede mostrar algún animal en un estado deplorable, y el que
lo comparte añade sí soy (o su variante soy yo o simplemente yo)
para mostrar que su estado emocional concuerda o se ve representado con la
imagen. El arrogarse dicha descripción es parte de la gracia que tiene esta
dinámica. Llamemos a este contenido metamemístico “embellecedor egoico”.
El
meme de nuestro análisis, que exhibe un zorro (del capítulo 2° de la caricatura
Coraje, el perro cobarde) en posición de palmario éxito, quiere
invitarnos a cuestionar el uso del embellecedor egoico. Burlarse del propio
dolor puede tener un efecto terapéutico momentáneo, pero también puede llegar a
banalizar un problema serio de fondo. A lo que nos exhorta el meme es a
reconocer que, aunque hayamos sido, ya no somos ese dolor. No se
trata de solapar el sufrimiento con una máscara de carnaval, sino de
reconocerlo precisamente como algo que ya no es más y no tiene por qué serlo en
el futuro. Se trata, pues, de un meme que invita a la autosuperación por medio
de nuestro uso del lenguaje en las experiencias memísticas.
Ahora
bien, hasta aquí la exégesis psicológica, ahora le toca su lugar a la lógica.
Supóngase que publico ese meme y le adjunto el susodicho sí soy. ¿Qué se
entiende por ello? Se entiende que ya no soy de las personas que inscriben el sí
soy a los memes que publica. Pero si acabo de publicarlo con dicha inscripción…
¡Contradicción! Sin embargo, si publico la imagen y le escribo sí fui,
significa que ya no soy el tipo de personas que escribe sí fui, sino que
volví a la práctica de escribir sí soy en los memes. ¡Pero si acabo de
escribir, en primer lugar, sí fui! Este meme, por tanto, se resiste a
ser etiquetado con nuestro embellecedor egoico. ¿Y si probamos ambas
alternativas? Supóngase que publico el meme con la leyenda sí soy y sí fui.
Debo decir que, si el razonamiento anterior fue abstruso, este resulta aún más
denso y ni siquiera me apetece seguirlo. Digamos, simplemente, que la conjunción
de dos contradicciones no puede traer nada bueno.
Casi
para terminar, debo admitir que hasta ahora he sido algo tramposo. He venido
interpretando el meme como “Escribí sí soy [siempre y en todos los
memes]. Ahora escribo sí fui [siempre y en todos los memes]” La paradoja
se desvanece si consideramos que uno no tiene que comprometerse con escribir siempre
sí fui o sí soy. Puedo decir simplemente sí soy aquel que
antes escribía “sí soy” en los memes, pero ahora escribe sí fui (no en este,
sino en otros). Pero esto es menos divertido.
Con
todo lo anterior en mente, ya puede usted reflexionar con tranquilidad si sí
es, fue o será los memes que publica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario